viernes, 31 de diciembre de 2010

Nos mudamos


¡Nos mudamos a Villa Kunterbunt!

viernes, 24 de diciembre de 2010




Estos días recordamos especialmente a Kai, el bebé de Carlos y Paloma que sólo estuvo aquí por unos minutos.

No hay palabras para dar consuelo a su familia; sólo han de saber que no están solos.




sábado, 18 de diciembre de 2010

Funciones de Navidad


Este fin de semana, los dos colegios que hay en el pueblo han celebrado sus funciones de Navidad. Festivales, los llaman. Hemos ido a los dos porque Damián quería ver sus amigos (sí, en serio, tiene amigos).

La experiencia ha sido impactante (él no recuerda que, cuando tenía 3 años, le tocó actuar en una de estas funciones, no en la navideña sino en la de fin de curso).

¿Por qué les hacen hacer a todos lo mismos?
¿Y no hay ningún niño que diga que no quiere hacerlo?
¿Y si a alguno no le gusta bailar?

Los niños estaban encima del escenario mientras la maestra, desde abajo, les iba indicando los pasos del baile.

¿Por qué hacen eso? - preguntaba Damián. Es de esas preguntas que me dejan muda. Y que me reafirman en mi decisión de no ser parte de este espectáculo a costa de los niños.



viernes, 17 de diciembre de 2010

martes, 30 de noviembre de 2010

Beneficios de educar en casa - XXIII edición del carnaval de blogs de homeschooling



Ketty aloja la XXIII edición del carnaval de blogs de homeschooling en Mariposas Multicolores y nos pregunta cuáles son los beneficios de educar en casa.

Si tuviera que hacer la lista con todos los beneficios, probablemente no terminaría hoy, así que voy a resumirlos en una sola palabra: 

LIBERTAD



Libertad de horarios. Poder dormir hasta que el cuerpo te lo pida. Poder ver una película por la mañana. Poder comer tarde. O pronto. Poder estudiar biología a las diez de la noche. Poder salir de excursión el martes o cualquier otro día. Y un largo etcétera.

Libertad para elegir las materias y los recursos. Aprender a leer con los subtítulos de los dibujos animados. Aprender física y química experimentando. Aprender matemáticas yendo a comprar. O no aprender a leer porque todavía no nos interesa y tenemos todo el tiempo del mundo.

Libertad para aprender a nuestro ritmo. Sin tener que dedicar toda la mañana al colegio, toda la tarde a los deberes y todo el fin de semana a preparar exámenes. No tener la presión del boletín de notas ni la amenaza de repetir curso y no sacarse el título que sea y que, dicho sea de paso, poco nos importa.

Libertad para poder decir que no. Que no quiero aprender inglés todavía. Que no quiero hacer fichas ni usar libros de texto. Que no quiero madrugar. Que no quiero acostarme a las 9 de la noche. Que no quiero ir a fútbol sólo porque casi todos mis amigos vayan. Que no quiero ir al cole sólo porque casi todos mis amigos vayan. Que los adultos no siempre tenéis la razón. Que no sé si es bueno ir diciendo a todo el mundo que no voy al cole (ésta es de Axel). Que no.

Libertad para discrepar de mamá en público, porque uno ya tiene su propio criterio y no espera que contesten por él...

Libertad para centrar la educación en lo emocional, lo psicológico, lo físico y lo intelectual, sabiendo que "intelectual" no equivale necesariamente a "académico".

Libertad para aprender cualquier día y a cualquier hora, sin separar el aprendizaje de la vida.

Podría seguir, pero...


viernes, 19 de noviembre de 2010

Ir a la escuela, ¿para qué?



-Escucha, Pippi, por favor, muchacha, no seas tonta, te aseguro que nuestro hogar infantil es muy bonito.

-Sí, y podrás ir a la escuela con otros niños, ¿acaso no te gustaría?

-¿Ir a la escuela? ¿Para qué?

-Para aprender a leer, a restar, a sumar y a multiplicar. Has de aprender las tablas de multiplicar.

-Gracias. Sé arreglarmelas muy bien sin esa tabla de plumificar. Eso no son más que bobadas.

-Klant, esto no puede continuar así,¡hemos de arrestarla!



Pippi Langstrump, Capítulo 1.



lunes, 15 de noviembre de 2010

Kai


Recordaréis a Paloma y a Carlos porque os conté que los perseguían los servicios sociales por estar educando a sus hijos en casa.

Mientras pasaban el calvario de la persecución por lo del homeschooling, vivían un embarazo de riesgo. A principios de noviembre nació Kai, el niño que no llegó a ser persona porque, en España, para ser persona, tienes que haber vivido al menos durante 24 horas. Kai nació y murió, y sus padres no pudieron ni inscribirle en el Registro Civil.

Al menos, consiguieron que las enfermeras y los médicos no se lo llevaran nada más nacer. Al menos, estuvo toda su vida junto a su madre.

Ánimo, Paloma y Carlos. Después de ésto, lo de los servicios sociales parece una broma de mal gusto...



 
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